lunes, 5 de agosto de 2013

La vida de acá

Las familias entran y salen en autos sofisticados,
observan el lugar con el mismo temple feriante de comprador.
Lo miran,
lo analizan,
llegan al fondo del muelle y contemplan dos o tres segundos el mar.
Allá arriba seres de otro planeta no los detectan.
El agua esta quieta,
tu boca gesticula un chiste contenido en un par de palabras.
Me quedo quieta entre los papeles fotocopiados con tintas importadas,
al lado mio tus pecas enrojecen con el sol de invierno.


Flor Lopez