lunes, 13 de diciembre de 2010

Gémeos

I
Uno. Aparece en la tarde una ramita seca que me recuerda al otoño.
La calle se disfraza de ventana que muestra el barco por el que aprendieron a navegar los zorros de los artistas.
II
Las cosas se mueven al ritmo de la cama.
Los bichitos de la luz tiemblan también.
Las frases cortas tienen la valentía de las nubes en verano.
III
Hay chocolate en la heladera.
IV
Tengo un nuevo escalofrío por el día ventoso.
La lámpara se apaga, entonces es la noche, entonces tengo ganas de acordarme de la silla, la camperita de cuero y la cintita-corbata. Si te fuiste apropósito, lo digo con ganas. Las llavecitas colgando y una mirada intempestiva.
Ahora la recuerdo con risa.
Tenia cara de gorrión dijo Andrea desde la pieza
V
En el kiosco de la esquina venden salchichas de viena hechas con uña de vaca.
Mi alimentación consiste en una dieta balanceada llena de huecos y de heridas.
VI

Balancea su pelvis sobre la mía y suspira hondo. La balancea circular y de ritos.
Me meto adentro y grita.
Me meto adentro y le irrito la carne.
Le cuento cosas desde adentro.
Cambio de posición y grita.
Frotamos,
uno,
dos
a veces cinco,
nos movemos ,
frotamos
hasta que encontramos una posición apta para morir.
VII
Hay encierro también en mi casa de campo, en la maquina del césped, en la pileta honda y cuadrada. Hay encierro que se parece al lavarropa de la Tía Angélica.
Pd: Las zucaritas traen adentro azúcar y mentiras.
VIII
Creo en la política,
lo digo sólo para convencerla.

IX

Quiero un mate amargo debajo de eucaliptus con gente mirándome mientras me paro y grito que hay agujeros hondos llenos de mierda que rebalsa.
Quiero una planta nueva para mi masera vencida. Una lámina de Pink Floyd gastada apra el ropero de la pieza.
Quiero un tatuaje que hable de dos cosas.
X
XX
XY.

domingo, 10 de octubre de 2010

Soy un cuadro de Kandinsky, un cuadro de color



El problema consiste en crear algo que ocurra
y circule entre las ideas,
algo que se mantenga innombrable,
y así a cada instante tratar de darle una coloración,
una forma y una identidad que nunca dice lo que es.
¡Eso es el arte de vivir!
Es matar a la psicología para crear,
con uno mismo y con los otros,
individualidades, seres, relaciones y cualidades
que no tengan nombres.
 Si uno no puede lograr eso en la vida,
no merece ser vivida.
 No hago diferencia entre los que hacen de sus vidas una obra de arte
y los que hacen en sus vidas una obra de arte.
Una existencia puede ser una obra perfecta y sublime,
algo que bien sabían los griegos y que hemos olvidado por completo,
sobre todo desde el Renacimiento.
(M. Foucault)





Mi hermano dice que quiere volver a ser chiquito,
y acá la primavera ya se nota en la chapa de la cocina que se calienta por el sol que pega de frente.
Hace poco tiempo creía que dos mas dos eran cinco, cinco estúpidos colgados desde alguna ventana gritando todos juntos una cantidad de boludeces;

La vida, ¿y detrás de la vida?
¿Atrás de esa cantidad de mentiras que nos hacen creer que es la vida o nos dicen que la hacen que funcione?

Tengo debajo de mi cama tres globos casi consumidos que los guardo desde mi cumpleaños; son de colores metalizados y cada vez que limpio decido, elijo dejarlos todavía un tiempo más ahí sin utilidad, sólo para qué me fascine el hecho de que haya cosas en mi vida que funcionen no teleológicamente,
Mientras tanto se ríen pero es mi manera de explotar el sistema desde adentro.

Les miento a absolutamente todos, les digo cualquier gilada y nunca nadie sabe quien soy ni que quiero.
En menos de 24hs dos personas me dijeron que creían que no tenía sentimientos que no era humana; sonreí porque sabía que había hecho que se lo creyeran..

Entonces no estoy en ningún la-do;
soy perfectamente lo que quiero ser,
me vuelvo transparente, intransitable e inmaterial.
El resto de las personas dejan de ser una opción para mi,
No abro la boca, casi no consumo.

Parada desde un banquito grito que “la vida es una mierda”,
pero  ya no se si me interesa que alguien me escuche.
El basurero de la cuadra pasó y no son las diez, y pasó con el camión y todo.
Yo no saco la basura porque vivimos entre esa mierda; y  vamos a vivir todo el tiempo.
Juampa dice que Córdoba es “un tampón”; su teoría viene de la mano de flujos, sangre y una concha gigante que es profunda y poderosa.

Hoy en la misa cuando nos dimos todos la mano sentí una sensación de poder,
de poder poderoso que estaba por debajo de estos putos cuerpos;
de adentro de no se donde emergió y me maree;
respiré de nuevo y vi las personas con camisetas de distintos colores, 
cantando  una canción que habían aprendido ahí.





 Flor Lopez











Nota: Kandinsky

jueves, 2 de septiembre de 2010

Llegò: POEMAS PARA SER LEIDOS SIN CAMISETA (nuevo libro)

Llegó el nuevo libro y con èl la propuesta:

¡SACATE LA CAMISETA Y PONETE A LEER!






"Poemas para ser leídos sin camiseta"-$10

Flor Lopez


Ìndice:




Lo podés conseguir a $10 por varios La-Dos:

  • Mail:  mflorencia_lopez@hotmail.com
  • Face: Flor Lopez
  • Kiosco de Trabajo Social- UNC
  • Feria del Libro independiente y no.
  • y etc, etc, etc. (después les cuento los etc)


Una alegria,
compartida.


Flor Lopez

martes, 3 de agosto de 2010

Para cuando seamos c(h)erezas (con hache)

subtitulo o título subterraneo: Le regala una carpa de besos, un cuadradito de colores para poner todo lo que le molesta, le da un abrazo de colador y se estruja así todo lo que aparece cuando no hay sol.


“La ciudad me inspira” le dijo mientras caminaban al lado hacia la Terminal.

Habían comprado un sandwuchito de miga y lo comían de a dos mirando como se venia la noche;
no es que no tenían plata pero querían compartirlo.
¿cómo se comparte un chupetín? pensó
Si, también se puede.

Alrededor estaban ya todas las luces prendidas aunque seguían siendo cerca de las siete de la tarde.
El ruido de colectivos que iban y venían, ese barullo del Bullevard que se metía por todas partes dejaba que se chocaran los cuerpos, los brazos; sin que se sintiera el ruido sin que se notara.

El colectivo rojo tenía una cola larga que los dejaba verse un rato más;
de atrás un nene le pide que le compre una figurita y ella mira indiferente,
el chico pasa,
el colectivo pasa.

Camina sin mochila y pone cara de ofuscada por si desde el colectivo la mira,
porque siempre pone la misma cara cuando camina,
cuando habla,
o cuando pelea en la Facultad.

Un revoltijo de perros se le mete entra las piernas
le alborota el paso.
Se acomoda el saco y es Agosto
el Agosto frío de siempre,
el que nunca deja a nadie andando en la calle porque sí.
Mira el reloj pero ya no esta preocupada,
ahora no le improta llegar tarde a cualquier parte.

Esquiva la construcción de entremedio,
ignora la arena entre los pies
se acuerda de su cuarto,
de los parlantitos láticos de la pc,
la imagen para cuadro que le regaló la Vir y
"las palabras y las cosas" puesto chueco en la biblioteca.
De su estufa;
del vende churros de la esquina,
del cafe amargo y los termos vacios.

Todo de repente es amarillo
y el frió se estruja,
se achicharra,
se olvida,
no existe
o no le importa.






Flor lopez

martes, 6 de julio de 2010

Joder! ¿Y si empezamos a pensar que a Benjamin lo mataron?

Dos papeles de chocolate al borde de una planta
dos muy distintos
y el cielo rosado asiste mi forma de mirar
mi forma de mirar que ya te toca aunque no se pueda.

Te doy un beso mamarracho y te mando unos tantos imperfectos.
Asumo que la vida son otras cosas más pero hoy quiero acomodarte el pelo,
hacer como una casita con tus manos y meterme ahi un rato.
Debe ser por eso que todo lo de afuera aturde,
y quiero que te quiero y la cómoda burbuja y los lentes empañados por el aliento.
¡Ves! por eso no los uso para poder dar besos.
El tiempo sin tiempo pasa,
aunque el tiempo no existe y ya te extraño.

Un Estancia Mendoza a la mitad en mi escritorio de la pieza,
tres augujeritos entremedio por los que se mete la luz;
la sentencia despúes de la tierra,
bocanadas de humo y olor.
Te dejo,
me dejas
y así se termina el día que empezó con nosotros en la misma posición.






Flor lopez

jueves, 24 de junio de 2010

La última mamuschka

Un barquito diminuto gira de manera aleatoria en el charco que se ha formado a dos metros de nuestras
zapatillas de tela.

Hace dos horas había llovido muchísimo,
parecía que se caía el cielo había dicho la abuela.

El barquito está completamente desequilibrado,
distraído,
y con el olor a humedad del pasto entiendo que olvidar a alguien no tiene que ver con la distancia o la
bronca.
Se puede dejarlo ir,
soltarlo teniéndolo al lado,
sin que nunca se entere.

El barro pegado en la suela empieza a endurecerse y nosotros que nunca nos salió bien tocarnos
chocamos las puntas y nos limpiamos el barro.
Las polomitas chiquitas y el cielo rosado (aun),
un mate amargo
que ahora prefiero tomarlo sola,
y un exilio clandestino que me stopea el cuerpo.
Una especie de viento me genera escalofrío a pesar de mi camperita rayada con capucha,
una especie de viento que te re-mueve para siempre y voltea el barquito.
El barquito se hunde en el charco a dos metros ,
se moja ,
se desarma.
Tu olor
mi pelo erizado,
y las pocas gotas que quedan en las hojas que siguen mojando
aun sabiendo que para mi ya todo ha parado.


En la plaza todo quieto,
estático;
y tu imagen ya sin barquito
porque has hundido el barquito
mojado el barquito que era frágil,
de papel de revista,
de diario,
papel celofán,
papel barrilete
de aire no de agua como el barquito.
que sin darte cuenta desarmaste para siempre,
hundiendolo en un reciente charco,
demostrando simplemente todo,
todo lo que tenías por demostrar.

 
 
 
 
 
 
 
 
Flor Lopez

martes, 25 de mayo de 2010

No flasheo ninguna boludez solamente digo lo que veo



“Hay lugares en los que a veces
simplemente no se puede entrar”




Domingo eso dice mucho,
El Patio Olmos y yo que me quiero sentar en la rotondita de afuera pero una paloma me asusta,
no me deja.
Creí que iba a haber más silencio,
menos bullicio,
pero no.
Es domingo,
se ve que eso ya no dice tanto.




Me molesta el calor, el pullover y el calor que no había prometido hacer,
me siento en un banquito, en frente del Patio
el único que es enorme
iluminado y cerrado.
En el banco al lado mio una señora de remera violeta y zapatitos como los de Batistella, los que compra mi vieja cada vez que viene a Córdoba.
Un hombre de campera negra dice: “le iba a decir que si pero..” no alcanzo a escuchar la excusa. Me enojo, quería escuchar la excusa, quería saber por qué una persona pelada, con campera de cuero y jean apretado en las bolas no dice que SI.
Se va la señora, la pasan a buscar, la pasan a buscar.
Mucha gente camina por la Velez el domingo a la tarde,
no lo había notado.






Una mujer rubia grita: “¡Doris…, chicas!”
de una cuadra de lejanía
pasa corriendo por mi banco y pienso que suerte que no se cayó con esos tacos.

Un señor se para en la otra punta de mi banco, del banco que por un ratito era mio y yo creo que se va a sentar pero no. Termino de decir esto y giro la cabeza al semáforo un perro beight esta parado en la senda del peaton y se da cuenta de que no puede y se aleja y yo pienso que hasta los animales son más vivos que yo para darse cuenta.


Después caigo de que a nadie le interesa en lo más mínimo lo que estoy haciendo.
los que cruzan la calle ahora cruzan ante mi, cruzan la vereda como cruzan la calle.




Un chico de lentes muy bien vestido (según yo)
y un nuevo señor con el que comparto el banco.


Pienso en qué hago acá, en que no quiero eso ni nada.
La gente me mira ahora,
debe ser por los lentes.
Urbanamente eso es la urbe, un montón de gente,
no hay misterio.
Un chico se sienta al lado mío y me dice “que tal” y yo no respondo. Me creí demasiado lo de testigo, lo de la ausencia, ahora no creía que la gente fuera realmente capaz de verme.
El chico esta sentado perplejo, con la mano se sostiene la cara, y tiene puesto un traje.
No flasheo ninguna boludez solamente digo lo que veo.

Hace cinco minutos me doy cuenta que no me gusta compartir el banco.
ahora tengo frío y vergüenza de la gente que no conozco.
¿Cuándo se va a hundir la calle?
¿Porqué soporta callada tanto peso?
Que peligrosidad la de lo cotidiano, si uno quisiera le podría tener miedo a todo.
Todos fuman, ¿porqué todos fuman?
intento fuma pero a la tercera lo apago. Hay cosas que me salen solamente de noche, como entrar al Patio Olmos, cuando la mayoría de las cosas están cerradas, los caminos obturados.






Segundo trole, primeros hippies,
y en el banco de al lado un señor que saluda a varias personas, se ve que siempre viene, o algo así se me ocurre.
Digo de nuevo: tengo frio.
Lo curioso de los bancos es que siempre da la impresión de gente que espera. No sé que cosas, pero las espera. Según los otros que las miran.
Digo por tercera vez: “tengo frío”
y el señor “saludador” para mi noticia se ha ido.
en frente un par de hippies siguen sentados también esperando.








Veo a todos solos y por primera vez pienso que a la soledad la podríamos confundir apropósito con el miedo al riesgo.
Tercer trole
(que veo)
y un pendejo hermoso al que nunca voy a hablarle.
Un nene llora de la mano de su madre,
tres nenes piden en frete solos.






Todavía es de día y veo la luna
no entiendo porqué veo la luna y me agarra un ataque y quiero decirle a todo el mundo que es de día y se ve la luna.

lunes, 17 de mayo de 2010

--

Mayo se deja rastrear entre un frio helado que nos ataca casi a la mitad.


Saco el pullover de rombitos de arriba del ropero y casi me caigo por no querer pisar mucho la silla.
Uso el largo de mi departamento para correr y calentarme los pies;
siempre se me congelan los pies,
se me endurecen, y empiezo a estornudar.
“Soy re flojita “ te cuento,
siempre me enfermo por todo.


Además del café y de las medialunas de la esquina,
me gusta que cuando hace frío me dan ganas de estar más cerca de la gente.
“todos parecen más lindos” dijo un chico.
Para mi no, son iguales solo que más abrazables.


En la Facultad tres personas me dijeron:
“Estar tierna para abrazarte”,
entonces miré para cualquier lado y les dije que era por el buzo.
Así corroboré mi teoría:
Los buzos no calman el frio, los abrazos si.


Un buzo que inspire abrazos es la solución para todos tus problemas,
los kilombos del frio,
y esas boludeces.
El resto:
Un plato de fideos con aceite y queso,
una chica teñida dando vueltas que me atosiga en el celular,
una brillantina violeta en la punta de tu dedo




anular.












Flor Lopez

domingo, 9 de mayo de 2010

dibujito: Anuar Chichero


No sé si tu perfume es tan común o será que he aprendido a reconocerlo en todas partes


A veces no saber qué decir puede ser tambien una forma de estar encerrado.

lunes, 26 de abril de 2010

Esto no tiene nada que ver con la miopía señora, pero es que le juro, no puedo ver más allá





Ayer Domingo me convencí  que debajo de nosotros debe haber algo.

En general las cosas tienden a congelarse,
y puedo asegurar que eso no tiene que ver ni con el Otoño ni con frío.


Atrás de mi
el armario ese
que guarda tantas porquerías,
que nunca acomodo,
porque cada vez que pruebo no me sale;
la mesa,
la laptop en la mesa
y mi zapatilla que raya el piso parquet,
que creíamos que “iba a ser más cálido”,
pero es igual.

En la pared: el calefactor,
más esa misma pared que se va a manchar por el humo del calefactor,
que hace poco pusieron,
que hace poco empezamos a prender.

No hay nada detrás que me venga bien,
o hay tantas cosas que se esconden,
y me canso de buscarlas,
irremediablemente me canso.

El día me dio ganas de que fuera este día por mucho rato,
le robo un pulover a mi hermano y salgo.
Elegimos el bar de nuestros inviernos
y a mi se me da que esta estación 
-helada- 
nos jode para que extrañemos  gente.

“Un café doble con crema y una factura” le dije
y de pronto todas empezaron a hablar mucho,
la gente se movía intuyendo cosas más allá de la gente,
y de pronto un alboroto;
y a mí se me generó una confusión enorme por que
la Vero me mandó a que eligiera la factura;
y se suponía que era una bar donde te traen las cosas,
donde hay un catálogo elevado con precios y ofertas,
donde las cosas se piden
y por eso nos quejamos,
por “elegir sin mirar”.

Si hubiera una sustancial diferencia entre un café y la vida,
ya alguien la hubiera escrito.
El azúcar,
mi mano revolviendo el azúcar;
las chicas diciendo muchas cosas;
unas viejas llenas de joyas,
diciendo pavadas;
la mesa;
el vidrio;
la raya que algún pelotudo dejó en la mesa;
la mitad del café frio;
la moza que lo calienta;
un partido de no se que en un tv 14´.

Todo lo que está ahí,
es lo único que siento.
A eso de las 10 miro el celular y
pienso que el piso late,
late todo el tiempo,
desde  abajo
y nadie se da cuenta.






martes, 13 de abril de 2010

Poema: cada vez me cuesta más ponerte titulo

Hace exactamente cinco meses que desde mi balcón veo una bandera de Boca re-utilizada como cortina en un edificio vecino;
y no puedo pensar en otra cosa,
más que el trágico hecho de que lo único que sé de ese vecino es que es de Boca.

Hoy es el primer día de Otoño en Córdoba;
o el primero que noto.
Porque hace mucho tiempo no prestaba atención;
no me daba cuenta de las cosas,
y de los días.

Odie tanto tiempo a las palomas y ahora creo que las envidiaba,
o envidiaba eso que tienen de poder pasar de un lugar a otro,
de una ventana a otra
como si nada.

Digo que es el primero porque una vez escuché que “el Otoño descuelga todo”;
algunos prefieren tomarlo como un imperativo categórico;
a mi me parece una frase coherente.

La tristeza es a veces eso,
no saber donde poner la mirada;
no saber sobre el tiempo,
o que se te olviden las manos.

Cuando todo se empeña en hacerme sentir inmaterial
aparece una señora en la esquina con una bolsa de súper,
y le pega a un perro que intenta violentar sus pertenencias,
sus cosas;
y pienso que comparto con la señora lo de intentar destruir las cosas que me violentan,
que me amenazan.

Al costado de mi,
otra vecina trapea el balcón con su novio en cuero que la mira,
y después trapea él,
y así los dos,
y se completan.

El detalle es que no sé si hace frío porque me niego a abrir las ventanas;
que corro apenas las cortinas y veo que es Otoño,
pero que no las abro,
que no las toco.

Al frente de mi cama hay una foto de la torre de París,
por las lineas y los colores,
la torre se esconde como imperceptible,
es decir casi nadie sabe que es la torre,
hasta que les cuento que es la torre.
Hasta que con el dedo les remarco la punta y despues me deslizo por uno de sus laterales,
y sin sacar el dedo de la foto les digo:
"mira ves!!,
ves que es la torre???"



Nunca pensé que fuera tan difícil decir que hace un tiempo me habías empezado a doler adentro.




(amigafotografapreferida)

domingo, 28 de marzo de 2010

(sin)-título

Jamás chuparé una pija.

Para estas alturas el sol ya debe estar helado;
hay un sonido de la calle que retumba adentro de todo mi departamento,
y ahora sí,
después de la hora indicada,
todos han apagado las luces.

Los vecinos rebeldes,
hacen del oscuro lo que se les antoja,
y yo decido olvidar que todo eso es posible.

“Un objeto puede cambiar el mundo”,
y a mi solamente me dejan creer que :
“puede modificar la realidad que te circunda”.

Mientras tanto Córdoba se mueve con furor también a la noche.
Mientras tanto me acuerdo que hace mucho tiempo perdí las alas.

A trece pisos del suelo deduzco trágicamente que diez años es demasiado tiempo para entenderte fuera de mí.

Mientras tanto una gorda adquiere proporciones gigantescas arriba de una silla de noche.
Mientras tanto muchas mujeres dan vueltas en un cuadrado ínfimo,
la música bien al fondo
y la gorda nos explica a todos
con orgullo y en voz alta
como se le insertan las pijas en la garganta.

Que el otoño me encierre es una explicación que elijo;
que no sepa qué hacer con estas estaciones intermedias es algo que salta a la vista.

La conciencia,
la responsabilidad que aterriza delante de la conciencia;
y una estúpida necesidad de coherencia biográfica.

Y todo esto solamente para hablar sobre una mala onda estricta y prolongada
que seguramente deviene de la elección imparcial por un solo agujero.










Flor Lopez

viernes, 19 de marzo de 2010

Poema de Amor




“Si tu carne está envenenada,
no esperes que yo me de cuenta”
Puente Celeste


De repente hay muchísimas razones para caminar por un puente;

entonces me acuerdo cuando circulábamos por el Sarmiento intentando disfrutar de un poco de naturaleza
y para no darnos cuenta de cómo los mosquitos se instalaban deseosos en nuestros brazos y piernas hablábamos mucho de cualquier cosa;

y nos reíamos de los estúpidos que se besaban en los barquitos y yo pensaba que te quiero.

Que no te lo iba a decir nunca,
(o no así directamente),
pero te quiero.

Querer dormir la siesta con alguien es querer a alguien.

El problema es que ahora sé tantas cosas:
sé por ejemplo que esa agua quieta y gomosa no impediría que me tire sin dudar si por casualidad te refalas en la laguna,
o que los libros no son tan importantes como creía ,
o que uno en realidad nunca esta a salvo,
más bien dicho,
que hay cosas en las que uno nunca crece del todo.

Me gusta cómo te divertís con boludeces,
eso nunca te lo dije;
y después te encaprichas con lo del helado,
y yo te lo prohíbo porque comer helado en un parque es casi como una cita.

De necesitar cosas,
necesitaría solamente que te quedes conmigo;
pero empieza a llover sin ganas;
y todo da cuenta de que nos vamos
y nos vamos,
mientras los patos siguen revoloteando en la laguna verde y sucia,
mientras los estúpidos se siguen besando a pesar de la lluvia.




MFL



(foto robada del facebook de Mariana Blanco-sinsupermiso)


martes, 16 de marzo de 2010

(...)


Foto de: Roció Fornero


La página estaba marcada por una foto borrosa:

“en la penumbra de la casa, la viuda solitaria que en un tiempo
fue la confidente de sus amores reprimidos,
y cuya obstinación le salvó la vida, era un espectro del pasado”.

Una frase que se quedaría comprimida por ahora en la memoria diminuta.

El presente se impone sobre los otros tiempos,
y la foto borrosa se asienta,
señala.

Un perro mira para adelante o para atrás,
(una chica con una cámara que mira al perro)

incontinencia verbal;
incontinencia sexual;
y flores rosas.

Un perro gordo de patas cortas,
la mitad de un perro.

“in front of HIM”
(porque los perros eran importantes para ella)
una puerta o portón un poco abierta,
entreabierta,
seguramente de nuevo para nada,
y una columna
(además)
que taparía todo lo que ocurriera.

En la vereda nadie,
a lo lejos nadie;

Ni el espectro de la viuda,
ni nada para pasar;
y sin embargo algo podría percibirse hasta en los cuerpos;
en las uñas que se movían solas,
en el agujero del estomago,
en la neblina de la foto,
en las orejas paradas,
exaltadas,
del perro gordo.


Algo que no alcanzaba a verse
(por lo borroso)
Algo que hubiera estado aún prescindiendo de la puerta,
de la rampa.
Algo extremadamente nuevo para cualquier habitante de ese pueblo,
el mismo de la viuda y del perro;
algo que (a veces ) daba tanto miedo
que la hacía correr el foco,
y parar exaltadas,
las orejas al animal;

Algo tan suave,
nuevo,
confortable y remolón que enceguecía;
que volvía todo borroso,
neblinoso,
indefinido,
como la foto.

Algo que sólo la foto,
la cámara,
la chica sabían a la perfección.





Flor Lopez

martes, 9 de marzo de 2010

MANIFIESTO CASSETE







El “Proyecto Cassette” se enmarca dentro de otros proyectos ya realizados durante el año 2009 para la difusión de la literatura que a veces, solamente a veces me sale hacer o mejor dicho intentar hacer.

Proyecto Cassette tiene que ver con una búsqueda más de todas las que vengo realizando ya hace un tiempo. Conjuga varias ideas y varias opciones que se van a ir descubriendo a lo largo de que el proyecto se expanda.

En principio la idea de cassette tieen q ver con una posibilidad diferente dentro e lo que estamos enmarcado; como todo siempre es una búsqueda de nuevas opciones y el cassette representa eso que ya no s eusa más pero que todos conocen, que dicen que no se usa más pero que siguen (algunos )fabricando, y que seguramente todos tiene en sus casas.

Tiene que ver con una “calidad” que deja dudas, tiene que ver con las dudas. Con la imposibilidad de lo exacto, del tiempo exacto, del comienzo exacto. Tiene que ver con no poder medir de manera directa el tiempo. También tiene que ver con la posibilidad de siempre escribirnos y reescribirnos, borrarnos, y volvernos a hacer todo en un mismo cuerpo, que en definitiva no es más que una materialidad. Tiene que ver con preguntas, con el equilibrio. Con estar todo de un la-do o del otro, con el extremismo, en definitiva con la pasión.
Con lo que parece olvidado, con lo que la gente tiene “naturalizado”.

Pero también con poder poner “rewind” cuando algo no nos gustó o no lo escuchamos bien, en definitiva con “poder”. Tiene que ver con un espacio de acción e intervención donde la tecnología y el hombre parecían bastante equilibrados, bastantes puestos a medida.
El cassette es estético y rico, es como la literatura y los libros.








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Los folletos Cassetes los podrán encontrar en diversos lugeres:

- La Escuela de Ciencias de la Información- UNC
- La Escuela de Trabajo Social
- La Fábrica- Espacio Cultural
- Casa trece (esta por verse)

saldrán una vez por més diferentes folletitos de los dos LA-DOS

martes, 2 de marzo de 2010

2X1

DESEO
La desesperación es la tristeza que nace de una cosa futura o
pasada con respecto a la cual no hay más razón de dudar.

Spinoza, Etica, libro 3, XV, definiciones
(cita extraída de: “el salmón” F. Casas)




A veces solamente se quiere llorar.

Ver como la gente que uno desea se va con otros,
le escribe poemas a otros,
y llorar.

Saber que uno ha deseado otra cosa de lo que desea,
de lo que ahora desea;
es decir,
ser consiente de que se puede desear otras cosas de las que ahora se desean,
pero desear solamente lo de ahora,
y llorar.

La conciencia del esfuerzo inútil,
el error históricamente repetido,
la mentira,
el dolor;
todo lo que podría convertirse en causa y hacerme llorar,
pero no;

Lloro simplemente por un no inamovible,
y por el deseo,
el de ahora,
aunque sepa que solamente ahora aparezca inamovible.




Flor Lopez
LO QUE DURA UN ESCALOFRIO





Que hoy pases a ser una estatua como las otras;
una figurita que se repite y aburre;
una lamentable pieza del saco que ambiciosamente colecciono.

Que se hayan extinguido las ganas de que me conozcas,
que te haya podido encasillar de nuevo,
categorizar como nunca quisiera haber podido hacerlo.


La mentira,
una que duró unos meses,
unas horas de los meses,
y el tiempo en el que no creo.


Saber,
saber por ejemplo que no vas a ser impresionante aún intentando impresionarme,
que vuelvo a ser de piedra maciza y revocada como creía que era,
que te mire y me mires y mirar como se mira a cualquiera.

La oscuridad se asemeja a una planta que se marchita,
a un puntapié en el costado,
a un beso que jamás volveré a intentar darte.
La oscuridad y la nube de humo que a mi misma me ahoga.
La oscuridad y un escritor que tontamente se aprovecha de esa oscuridad para emitir una voz que a nadie le interesa.

Hacer como antes;
como cuando no existías;
cerrar todas las puertas y las ventanas para prevenir cualquier escalofrío;
que de un golpe se hayan cerrado todas las puertas y las ventanas,
que ahora me de placer
individual,
egoísta,
cerrar todas las puertas y las ventanas por las que te aparecías.

Que la lluvia haya mojado todo o cualquiercosa;
que no fuera capaz de traerte hasta mi mundo,
que nunca fueras capaz de comprender mi mundo.
que nuestros mundos sean tan diferentes ,
que gozar el mundo sea para vos tan diferente de lo que para mi es el mundo.

La obstinación certera,
MI terquedad,
la mia,
la sola.

Que afuera este amarillo;
que caiga agua todo el tiempo en Córdoba de colores,
............de amarillo.

que se haya movido ese deseo;
que parecía quieto e inamovible;
que tan rápido se haya movido ese deseo;
para por último no querer que seas ninguna ni absolutamente nada.




Flor Lopez

miércoles, 10 de febrero de 2010

9/10

La cotorra de la vecina habla verborrágicamente sobre una película de terror;
mientras tanto yo descubro el porqué de mi mal humor.

Es tarde y la humedad con los mosquitos me cambian de olor la piel,
me la hacen mutar.

Una película de terror que no era como todas dijo.
“No tiene mostros que salen de abajo de las camas, ni hay sangre”.
Una película de terror que “esta buena”.

Le cuento de la vecina a una chica un poco desconocida;
le pido perdón por cosas inútiles;
le cuento cosas que ni siquiera le importan.

No cierro la ventana,
nunca prefiero cerrar las puertas ni las ventanas,
aunque después me de lo mismo,
aunque no sirva para nada;
mucha gente no las cierra y al final,
es solamente para que corra el aire.

En general eso es Córdoba y Febrero,
un montón de puertas abiertas para nada;
para que corra el aire porque sino se hubieran calcinado adentro.
Fui al baño en un silencio bastante mío,
entré en silencio,
(como hago a veces).
Madre preguntó si era yo;
sí, era yo.
Intuí que ese pis catarata contenido adentro era lo que por presión,
por tensión,
no me dejaba dormir a secas.

La tapa plástica del inodoro y la jabonera azul me hicieron acordar al pueblo,
a mi otra casa,
a mi otro baño;
a los trofeos de arriba de mi ex-biblioteca,
a la tierra de la cómoda;
los perritos bebes,
la mesa redonda del patio
los ligustrines.
Me hicieron acordar cuanto odiaba ver películas de terror en verano;
y que el terror no puede ser lindo,
no puede estar bueno.


Hoy, es decir ayer mi padre hubiera cumplido 53 años,
un número chico para estar muerto.


Flor Lopez

martes, 9 de febrero de 2010

Mono-ambiente I

Llueve y es la tarde,
por la ventana rectangular de la cocina puedo ver como se inunda el patio;
Tres personas han venido supuestamente a verme,
y yo tomo mate amargo con yerba de Canadá.

Debaten entre ellos sobre un viaje de mi hermano,
y él corta telas en la mesa también rectangular de la cocina.

Me concentro en la lluvia que no me molesta,
me preguntan que opino,
creo que me han preguntado que opino;
pienso algo así como que
"las sucursales y las empresas son una mierda",
pero no digo nada,
no digo nada de eso.
Asieto no más con la cabeza la última oración que se oyó
y sin darme vuelta digo :
"si creo que esta bien".




MFL

sábado, 9 de enero de 2010

Vacaciones

La-dos se va de vacas hasta Febrero.

locuras de verano en:

http://laganaquesemeda.blogspot.com

Flor Lopez





Para Anuchiz,
la Flaka



Algo se está descomponiendo en el aire.

En la puerta de Alfonsina esperábamos con Ana a una chica que yo nunca había visto a mi vida.
La esperábamos paradas contra la pared de Alfonsina
y mirando para todos lados por las dudas de que llegara.

De las ventanas abiertas se escuchaban los murmullos de la gente que hablaba no sabía bien de qué.
Afuera el ruido de los autos no alcanzaba para eclipsar los murmullos.

La chica no estaba adentro,
tampoco afuera;
mirábamos para todos lados por las dudas de que llegara;
por las dudas de que de la derecha o de la izquierda llegara.

Algo se estaba descomponiendo en el aire,
pero todavía no lo sabíamos,
no nos habíamos enterado.

La vereda se volvía cada vez más angosta,
y la gente pasaba por entre medio de nosotras.,
por arriba de nosotras.

Metieron tres cajas de verduras y varias latas de cerveza al bar por una puerta.
Miré más de una vez las manos del hombre que llevaba las latas y las verduras.
La vena de la mano inflada que le recorría hasta el hombro por todo el cuerpo.

Ana tampoco la había visto nunca en su vida,
pero sin embargo la esperábamos;
y yo no hubiera tenido que verla nunca,
si no fuera por Ana que me hacía estar ahí esperándola.

Algo impune se seguía descomponiendo en el aire
Y nosotras esperábamos afuera a esa chica que no habíamos visto nunca,
para verla por primera vez.
Y las personas adentro tomaban cerveza a las ocho de la noche y murmuraban muchas cosas fuertes.
Todas juntas murmuraban más fuerte que los autos que pasaban;
y yo los escuchaba a todos mientras seguía mirando lado a lado por las dudas que llegara.






MFL