martes, 26 de agosto de 2008

Aperitivos




Formalidades de entrada,
versos cordialmente pensados.
Me abres la puerta del porch de tu padre,
mientras deliro con lo felices que seremos juntos,
tomando café,
al lado de la estufa, con un libro en la mano.
Cada uno con uno,
en LA-DOS diferentes.
Fugaces y sabrosos,
se toman apurados, pero cuidando los gestos.
Pareciera que todos estuvieran mirándonos,
sentimos penetrantes ojos en nuestras nucas,
y nunca nos despegamos del temor al paso en falso.
Y todavía retengo el gesto de la puerta,
y sonrío como para mi.
Mientras suena a lo lejos una música que no reconozco,
Pero que tiene bastante de clásico.
Seguramente la habías pedido,
sabías de mis preferencias.
“son dulces, fuertes, y saciadores”,
así se los describí al mozo que preguntó.
Lástima su corta duración.






MFL

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