lunes, 17 de mayo de 2010

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Mayo se deja rastrear entre un frio helado que nos ataca casi a la mitad.


Saco el pullover de rombitos de arriba del ropero y casi me caigo por no querer pisar mucho la silla.
Uso el largo de mi departamento para correr y calentarme los pies;
siempre se me congelan los pies,
se me endurecen, y empiezo a estornudar.
“Soy re flojita “ te cuento,
siempre me enfermo por todo.


Además del café y de las medialunas de la esquina,
me gusta que cuando hace frío me dan ganas de estar más cerca de la gente.
“todos parecen más lindos” dijo un chico.
Para mi no, son iguales solo que más abrazables.


En la Facultad tres personas me dijeron:
“Estar tierna para abrazarte”,
entonces miré para cualquier lado y les dije que era por el buzo.
Así corroboré mi teoría:
Los buzos no calman el frio, los abrazos si.


Un buzo que inspire abrazos es la solución para todos tus problemas,
los kilombos del frio,
y esas boludeces.
El resto:
Un plato de fideos con aceite y queso,
una chica teñida dando vueltas que me atosiga en el celular,
una brillantina violeta en la punta de tu dedo




anular.












Flor Lopez

1 comentarios:

Anuar dijo...

y los abrazos se deshilachan más rápido que los buzos. Por eso hay que abrazarse todo el tiempo.