lunes, 4 de abril de 2011

Nuestros peores enemigos


Para Paula Yalú,
por su apellido y porque es abril.



¿es solamente un abismo sin nombres ni figuras?
            naufragio,
nada me hizo más feliz y más infeliz.

La lluvia no es solamente la lluvia.
Un pájaro me mira sin moverse, sin alejarse, entiende todo porque no es un hombre y porque hace mucho aprendió  a volar.
Se ve que tanto tenían que preguntar y que saber que ahora sólo estudian a los poetas vivos.

Ojalá que nunca tengas hijos,
ni nietos,
ni gusanos.

Me pongo un pullover coral y me miro al espejo,
estoy bien,
pero debo aun maquillarme los ojos.
De las cercanías cómplices,
de las confianzas,
de la punta de los pies y de los dedos.
¿Cuánto puede durar un pan rayado en la heladera?
¿De qué manera jugarán a los dados cuando haya frio y sea invierno?
La mujer canta en Buenos Aires su canción reservada y yo creo que se viene la próxima estación.
Una moneda de un real brilla en mi escritorio con la luz cada vez más blanca y vos me contás cómo  te doblas en posición fetal en tu cama de una plaza y tus “cojines” coloridos.
Te doblas porque sabés que lo que hemos dicho es cierto,
porque conoces el mundo y los exilios,
porque la soledad  pesa y arrulla aunque siempre al fin y al cabo la elijamos.

El pájaro sigue ahí, parece que no nota mi pronta ausencia.

Te estiro unos brazos y todavía me queda la duda de si llegan.
Cierro la puerta con llave y desenchufo todo.
Después salgo a la plaza a mirar como las parejas se manosean al aire libre con los restos de humedad y comen pororós.

Te dije: “si querés te acompaño”, pero no me gusta el helado y temo bastante a las palomas.
Siempre se rie y contesta que ellas no van a destruir el mundo.
En eso estoy de acuerdo, ellas solas no.
Dudo sobre si cargar el paraguas,
seguramente que con esta inestabilidad de mierda se vuelve  a largar a llover.

Mientras espero el ascensor tararéo la canción que escuchaba antes en el parlantito berreta de la pc.

Entonces el comentario  sexópata:
El sexo sin humo ni poema es un desperdicio,
la misma exaltación de la biología por sobre la humanidad.
la misma y aberrante.

Miro el reloj son casi las cinco,
un trueno mueve los vidrios del palier del séptimo
El ascensor no viene, pienso que todo eso podría ser una señal que de no tengo que salir,
lo pienso como 25 veces al cuadrado.
En eso, me acuerdo del pájaro y me pregunto si se habrá quedado ahí.
Tengo miedo por el pájaro, por su madre, por su huevo que no se si puso, por todos los pájaros del mundo,
 ¿tienen huesos los pájaros?
¿a dónde se los entierra? ¿Cuánto tiempo tarda su completa descomposición?
Cuando llega el ascensor miro de reojo la escalera y antes que se cierre la puerta salto;
 siete pisos es un buen ejercicio para el cuerpo.



5 comentarios:

Mateo De Luca dijo...

psicodélico.
y viste que se puede interpretar de dos formar "en tu cama de una plaza".

Florencia dijo...

a ver.. quiero escuchar esas dos.. me empeizan a "agradar" tus:lecturas-de-mis-poemas

Mateo De Luca dijo...

en la cama, que es un banco, de una plaza, con árboles, pasto, estatuas...
y creo que vos le decías a la cama, que no es de dos o dos y media, de una plaza, ...

Florencia dijo...

Eu imaginé que vocé pensó uma coisa de isso. Mais eu no pensé issa racionalidá, mais posse ser , as letuiras som diversas, esta bom! :)

Mateo De Luca dijo...

varias parte son así, pero Uno, al ver que cuando continua el verso no son hábiles las dos interpretaciones, termina entendiendo, casi siempre, ... si digo "el uso común" estoy matando esa poesía donde "el uso común" es solo otro uso, que la mayoría piensa como el "real", pero queriendo encontrar esa poesía en los poemas que no escribo yo, ni que son escritos con ese fin, pues, puede ser una búsqueda más bien lúdica que de arte serio... en fin...