No es primavera, te juro que no es primavera.
Caminamos dando giros a una parte ínfima de la ciudad,
la humedad hace que nos pese todo.
Los párpados entre tanto a la mitad,
algunos momentos, somos tan grandes que vemos todo a la mitad.
Tantas veces
entramos y salimos alrededor de esa plaza
como si nada,
como si esas rejas rojas y espesas pudieran contener verdaderamente lo que se mueve dentro.
Cuerpos chiquititos, por ahora chiquititos.
Como hormigas, se revuelcan en la arena
se frotan en el suelo.
Cuando los de los bancos se dan vuelta los cuerpos chiquititos apuestan al mundo.
“Es solo una cuestión de segundos”, me dice ella.
Extraños segundos,
perdidos segundos.
Los colores se amontonan se hacen pirámides y los cuerpos chiquititos ocupan el espacio.
No se conforman con un juego,
ni con el dia ni con la noche,
no se conforman con nada.
Entienden,
que es una cuestión de segundos.
Que para ciertas mudanzas no debería haber rejas.
Flor Lopez
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