martes, 26 de agosto de 2008

Perezosos

Allí están, los reyes de la nada,
los del naufragio sedentario,
los sin sed.
No creen en nada, y no pretenden creer,
visten la indiferencia ante el compromiso ligado.
Los que arrastran la voluntad para no levantarla,
ayunando sin causas,
presos del poco esfuerzo.
Inútiles, viven desde lo que les dejan,
El todo servido es su ley,
Miran de lejos las causas difíciles y encerrados en su mundo de entereza
abandonan con pereza la verdadera razón del vivir.
El amor no es cláusula de un perezoso,
primero su ego y su comodidad,
no hay tiempo para cuestiones de esos términos,
el riesgo no es materia que puedan encerrar,
en la limitada conciencia que su perezosa vida les permite fusionar;
Punto y como para cortar las rimas.
Pereza, no es solamente aborrecer el momento de quererse levantar, suplicar que el reloj por productos oníricos se haya equivocado, o ovacionar los momentos de ocio, en el sofá de felpa, con un remoto control de las acciones de una máquina en solo dos dimensiones.
Los sujetos adscriptos al club P, son incapaces de hacer algo nuevo, incapaces de vencer, imposibilitados de salir, inmunes al dolor ajeno, exentos del otro como cuestión.
EL club P es codiciado, porque casi no se sufre, siempre se tiene la excusa perfecta, el pretexto ideal; y en el papel de perpetua víctima, recorren sus vidas sin cruzar el umbral.
Deben ser privilegiados, la comodidad les basta, el resto no lo necesitan;
Punto y coma para cortar el reproche.




MFL

3 comentarios:

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Si cortaras el poema en "El todo servido es su ley," sería un genial retrato literario de una subjetividad que adoro, y es el exiliado del mundo. El que renuncia a intervenir. Se detiene más acá porque intuye que no hay más allá que no sea tautología, caldero de acciones de izquierda y de derecha, todas hermanadas. Porque el exiliado no tieen brazos, porque no ignora que el mundo no se cambia, que del mundo se huye, y si se puede huir es porque ya edificó otra cabaña. Y esa es la accion transformadora del exiliado. Pero claro, visto desde afuera, es un perezoso. Nadie puede seguirlo. Es, por eso, casi un héroe mítico. No existió y probablemente nunca asuma forma.

Castro/Lalín/Erika dijo...

"El que renuncia a intervenir.. bal bla bla" Por qué no te callás, imbécil. Tu forma de escribir es pretenciosa y amorfa.

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Domingo.17 Hs. 990. Invitada.
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